domingo, 5 de abril de 2015

Laboralcinema presenta: Desayuno con diamantes



DESAYUNO CON DIAMANTES

Esta semana en Laboralcinema vamos a comentar la película Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany’s), dirigida por Blake Edwards en 1961y que cuenta con un magnífico reparto encabezado por Audrey Hepburn y George Peppard que están acompañados por Patricia Neal y Mickey Rooney. También hace una aparición el español José Luís de Vilallonga que da vida a un millonario.
El guión, de John Axelrod, está basado en la novela homónima de Truman Capote, que fue publicada en 1958. Se trata de la historia de Holly Golightly, una chica alocada, superficial y promiscua que procede de un pueblo pero que vive en Nueva York. El guionista tuvo que trabajar duro para poder adaptar la novela al cine limando los aspectos más escabrosos para lograr vencer la censura. Para conseguir este objetivo Axelrod suavizó el perfil de la protagonista. Holly se convirtió en una muchacha ingenua y algo inestable desde el punto de vista emocional, una buena chica, encantadora a la que le falta centrarse.
Elegir a la protagonista no fue tarea fácil. Se barajaron nombres como Shirley McLaine y Marilyn Monroe, pero ambas rechazaron el papel, y fue entonces cuando la Paramount decidió hacer una apuesta arriesgada: que Audrey Hepburn, su mayor estrella hiciera este papel de una joven superficial y de moral relajada, por expresarlo suavemente. ¿Gustaría esto a los seguidores de la actriz acostumbrados a verla en otro tipo de papeles como por ejemplo, en Vacaciones en Roma?
Precisamente que fuera Audrey la protagonista de Desayuno con diamantes obligó a Axelrod a trabajar duro con el guión para que el personaje no pareciera amoral y desagradable. Esto molestó mucho a Capote al que no le gustó nada la película, fundamentalmente la interpretación de Audrey. Polémicas a un lado, la verdad es que la actriz de noble abolengo nacida en Bélgica, creó uno de los mejores personajes femeninos de la historia del cine. Además nació un estilo que podríamos llamar: “estilo Tiffany`s” que es sinónimo de elegancia, distinción y glamour, algo que está presente en toda la película gracias a los maravillosos vestidos de Givenchy que disfrutó vistiendo a su musa, a la que todo le sentaba bien: vestidos elegantes, sombreros, o incluso un pantalón y un jersey de estar por casa con el que toca la guitarra y canta “Moon river” de manera deliciosa.
A mí la interpretación de Hepburn en este filme me encanta: puede ser ingenua, despreocupada, simpática, dramática…y lo hace muy bien, de manera muy creíble. El director dijo de ella: “Era única, dulce por naturaleza. Era divertida, entrañable y disciplinada. Trabajaba mucho pero te sentías cómodo. Lo hacía parecer fácil. La cámara la adoraba, no podía sacarla mal. Resplandecía cuando la cámara se ponía en marcha”.
George Peppard también está fantástico en esta película y parecía que este papel iba a catapultarle al Olimpo del Cine, pero lamentablemente no fue así. Interpretó películas bastante malas, y nunca llegó a ser una estrella; tiempo después encontró un hueco en la televisión en la recordada El equipo A.
Y al hablar de este filme de lo que no podemos olvidarnos es de Henry Mancini y su banda sonora maravillosa, deliciosa, fantástica e inolvidable. Siempre asociaremos Moon River a Desayuno con diamantes. El trabajo de Mancini fue premiado con el oscar a la mejor canción y a la mejor banda sonora.
Holly es una chica de pueblo que se ha refinado y vive en Nueva York aceptando de tipos paletos con dinero 50 dólares para ir al tocador. Además una vez al mes va a ver a un mafioso a la cárcel y “pasa el parte meteorológico”, sin saber que está pasando información en clave. Su vida es alegre, superficial, vacía. Realmente no sabe lo que quiere. Al ver su piso parece que acaba de mudarse, le faltan muebles y todo es muy impersonal; ni siquiera el gato tiene nombre. Al bloque de apartamentos de Holly se muda Paul Varjak, un escritor que lleva tiempo sin escribir y que es, en realidad, un gigoló. Ambos se harán amigos y esta amistad cambiará sus vidas.
Hasta aquí la pregunta podría ser ¿Qué tiene que ver esta maravillosa película con el mundo laboral? Pero yo creo que tiene mucho que ver, pues nos encontramos a una joven desorientada, que no sabe lo que quiere y que intenta sobrevivir como puede. SU mayor deseo es encontrar a un millonario que se case con ella y le proporcione una vida alegre, tranquila y sin preocupaciones.
Paul, por su parte, es un escritor que lleva años sin escribir. Su primera novela obtuvo buenas críticas y dijeron que era prometedor, pero está desencantado y actualmente lleva una vida de gigoló. Tiene una amante mayor, rica, que le da dinero, le compra trajes caros y le ha puesto un bonito apartamento. Él se avergüenza pero se ha acostumbrado a esta vida fácil, y aunque va de un lado a otro con su máquina de escribir ni siquiera tiene cinta.
Son dos personas que intentan sobrevivir, que han tomado la vía fácil o la que han podido, y en principio no tienen ni ganas ni expectativas de cambiar.
Esto me hace pensar en algunos jóvenes de hoy en día que ante el panorama desolador que vivimos de crisis y paro, sobre todo juvenil, estudian sin ilusión, y el futuro lo ven bastante negro. Me llama la atención cómo para un porcentaje no desdeñable de jóvenes su mayor sueño es aparecer en algún reality show que les proporcione dinero rápido, una fama efímera, unos cuantos bolos bien pagados, algunas intervenciones televisivas y quizás alguna portada de revista ligeritas de ropa. Al igual que nuestros protagonistas muchos jóvenes están desilusionados, no confían en el futuro, no saben lo que quieren o buscan una salida aunque sea equivocada.
Holy se da cuenta de la vida que lleva Paul, es observadora y sabe que lleva mucho sin escribir pese a que él diga lo contrario, y decide hacerle un regalo más valioso que las maravillosas joyas de Tiffany’s: una cinta para su máquina de escribir. Y él resucita al escritor que lleva dentro y escribe un cuento sobre esa amiga que tiene un gato sin nombre, que cobra 50 dólares por ir al tocador, y que le ha devuelto a la vida. Consigue vender el cuento y cobra un cheque de 50 dólares. Es una cifra insignificante en comparación con los fajos de billetes, cheques y regalos que recibe de su amante, pero la diferencia es que esto lo ha ganado con su trabajo, con su esfuerzo. Ese cheque de 50 dólares le ha devuelto su dignidad perdida, gracias a su trabajo ha recuperado la autoestima y las ganas de trabajar y superarse. Ha visto que es posible vivir de otra manera, que es posible ser feliz de verdad y quiere transmitirle este descubrimiento a Holly. Le va a costar un poco, pero finalmente lo consigue en una maravillosa escena bajo la lluvia.
De Desayuno con diamantes se podrían comentar muchas cosas pero hoy me quedo con la idea de que el trabajo dignifica, que el trabajo bien hecho nos proporciona autoestima y felicidad, y que si esta felicidad se comparte se hace mucho mayor.
No he estado en Nueva York, pero si voy algún día prometo desayunar un cruasán y un café ante el escaparate de Tiffany’s, mientras la ciudad va despertando, y hacer así un homenaje a esta película, y sobre todo a su protagonista.

viernes, 3 de abril de 2015

Las siete cualidades del líder carismático.


Las siete cualidades del líder carismático por John Maxwell:

  1. Sienten amor por la vida.
  2. Valoran el potencial de las personas
  3. Dan esperanza
  4. Comparten con los demás
  5. Piensan continuamente en los demás
  6. Descubren y utilizan su estilo propio
  7. Utilizan su carisma como una forma de incrementar su influencia para hacer el bien.
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jueves, 2 de abril de 2015

Laboralcinema presenta: Full Monty


FULL MONTY

Full Monty (1997) es una magnífica comedia británica con algunas pinceladas de amargura y toques de drama social, dirigida por Peter Cattaneo con guión del londinense Simon Beaufoy. Este filme contó con un presupuesto modesto de 2,5 millones de euros, se estrenó de forma discreta pero adquirió un gran éxito, convirtiéndose en la 4ª película más taquillera de Gran Bretaña y consiguiendo recaudar 93 millones de euros. Además cosechó diversos premios, entre ellos el Oscar a la mejor banda sonora de comedia musical (Anne Dudley), y además estuvo nominada en las categorías de Película, Director y Guión original. Asimismo ganó un Goya a la mejor película europea.
Full Monty se rodó en su totalidad en Sheffield y podemos disfrutar de magníficas tomas panorámicas de esta ciudad inglesa y de sus lugares más representativos. John de Borman fue el encargado de la fotografía.
Entre los intérpretes principales contamos con Robert Carlyle, Mark Addy, William Snape, Steve Huison, Tom Wilkinson, Paul Barber o Hugo Speer.

La historia nos traslada a Sheffield que en los años 70 fue una zona muy próspera de Yorkshire, sobre todo gracias al acero que daba muchos puestos de trabajo y riqueza. Full Monty comienza mostrando la prosperidad de Sheffield, ciudad en pleno desarrollo en los 70. Todos parecen contentos con un puesto en la fábrica y con lugares de descanso, ocio y diversión. Las casas antiguas han desaparecido para dar paso a pisos modernos. Tras mostrar estas imágenes idílicas el filme da un salto de 25 años y nos muestra una fábrica de acero cerrada y destartalada donde un par de antiguos trabajadores, ahora en paro, y el hijo de uno de ellos, intentan robar unas vigas para ganar algunas libras. Trabajaron 10 años en la fábrica, pero eso se acabó y ahora no saben qué hacer, se sienten fracasados y parecen haber tirado la toalla, como comenta a sus amigas, la esposa de uno de ellos.
Varios parados, muchos de ellos antiguos compañeros de la fábrica, acuden a la oficina de empleo donde les dicen que rellenen solicitudes, pero ya se han convencido de que no sirve de nada, así que se dedican a fumar o a jugar a las cartas. El único que muestra interés en encontrar empleo, que parece no haber perdido la esperanza es el que fue capataz en la fábrica. Rellena los papeles y mira ofertas de empleo en Internet. Su situación es dramática pues no le ha dicho a su mujer que está en el paro, y ella, ignorante de lo que ocurre, quiere llevar la vida de siempre.
En realidad cada uno tiene problemas y situaciones personales límite. Uno de los protagonistas está a punto de perder la custodia compartida de su hijo porque no puede pagar la pensión alimenticia de su hijo, el cual vive cómodamente con su madre y la nueva pareja de esta. El muchacho quiere a su padre pero al mismo tiempo se avergüenza de él porque siempre hacen tonterías, nunca hacen cosas normales como ir al cine o a ver un partido de fútbol, pero es que el padre no tiene dinero para disfrutar con su hijo de las cosas que les gustan a los muchachos de su edad. No quiere perder a su hijo y piensa en la manera de conseguir dinero. Ha visto que a las mujeres les gustan los espectáculos de boys. ¿Por qué no organizar uno? Podrían forrarse.
Sus amigos y antiguos compañeros no están muy convencidos pero se suman al plan por pura necesidad: uno está acomplejado porque lo mantiene su mujer, otro no quiere perder a su hijo, el capataz-gran bailarín- aún no le han contado a su esposa que está en el paro, un guardia de seguridad sin amigos, con una madre discapacitada al que han salvado del suicidio y unos cuanto parados más que se sienten fracasados e inútiles, y que ven en este proyecto algo loco una oportunidad de ganar algún dinero y demostrar algo.
En general ni son especialmente guapos, ni tienen cuerpos de escándalo, ni mucha gracia para el baile, pero están decididos a preparar un número de boys para sacar algo de dinero e incluso para sentirse importantes y demostrar que valen para algo.
A lo mejor la idea es descabellada, incluso patética, pero al menos es una idea, una posibilidad de sentirse útiles y de ganar algo con su esfuerzo, porque lo de encontrar empleo no está nada fácil.
Esta idea de Full Monty ha sido copiada hasta la saciedad, y son muchos los que han hecho numeritos de striptease o han hecho calendarios ligeritos de ropa para recaudar fondos con diversos fines.
La situación que vemos en la película de paro y desesperación nos puede recordar con facilidad lo que hoy en día ocurre en España con las cifras del paro disparadas y con muchas dificultades para encontrar empleo lo cual genera gran desánimo. Aunque en estos tiempos de dificultad son muy importantes las nuevas ideas y los emprendedores. No quiero decir con esto que las personas que se encuentren en el paro deban organizar números de desnudo, pero es una idea, y a los protagonistas del filme les sirve para salir del hoyo de la desesperación, para levantarse e intentar salir adelante. Les da un poco de vergüenza, y tendrán que vencer sus miedos, su sentido del ridículo y su timidez para, así, conseguir mejorar su autoestima, su orgullo y la dignidad que creen haber perdido.
En cierta manera el desnudo no sólo es físico sino un desnudo de su alma, de sus miserias, de su situación. La única idea que se les ocurre para mejorar esa situación es quitarse la ropa, y eso les da cierto ánimo e impulso, porque la mayoría hacía tiempo que se habían rendido.
Es una situación de crisis en la que los hombres parados han de superar el duelo por la pérdida del empleo, pero también la vergüenza de no tener dinero, de estar mantenidos por sus mujeres, no poder invitar a sus hijos a un partido de fútbol o a una merienda, o sentirse inútiles o incapaces de mantener a su familia. Al menos durante unos minutos se sentirán importantes, sentirán el aplauso y aprecio de todos.
Una escena impresionante es aquella en la que se ve la larga cola de parados, serios y cabizbajos, hasta que empieza a sonar una canción de Donna Summer y comienzana sonreír y a bailar, con una nueva alegría, con un esbozo de esperanza.
Sólo una pregunta: ¿Y después qué? Tras ese momento de gloria, de fama efímera, de aplauso, de admiración ¿Qué van a hacer? De eso ya no sabemos nada, pero lo que sí sabemos es que esa aventura, esa loca iniciativa ha sido para ellos una inyección de ánimo en tiempo de crisis y paro, y que seguro que se enfrentarán a la vida con otro ánimo y otra ilusión.
La semana que viene damos un importante salto en el tiempo y nos vamos al año 1933 con la película Ann Vickers, protagonizada por Irene Dunne, una actriz genial de los años 30 y 40. El filme se basa en la novela homónima del Premio Nobel de Literatura Sinclair Lewis, sobre una joven desencantada que entra a trabajar en un centro penitenciario e intenta cambiar las cosas.

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Ranking de Políticos en Twitter

En esta entrada fijaremos el ranking de políticos españoles por número de seguidores en Twitter. El mínimo imprescindible para poder aparecer será tener 75.000.
Poco a poco lo iremos actualizando.

Pablo Iglesias: 896.000 seguidores
Mariano Rajoy Brey: 742.000 seguidores
Esperanza Aguirre: 273.000 seguidores
Albert Rivera: 236.000 seguidores
Iñigo Errejón: 192.000 seguidores
Soraya Saenz de Santamaría: 170.000 seguidores
Juan Carlos Monedero: 166.000 seguidores.
Pedro Sánchez: 143.000 seguidores
Teresa Rodríguez: 98.500 seguidores
María Dolores de Cospedal: 94.000 seguidores

Algunos políticos como Susana Díaz, Alicia Sánchez Camacho, Cifuentes, Rosa Díez, Durán i Lleida o Juanma Moreno, no llegan al mínimo de 75.000 seguidores que hemos establecido.

Otros políticos de ámbito internacional:
Obama: 57.400.000 seguidores
Hollande: 934.000 seguidores
Sarkozy: 706.000 seguidores
Marine le Pen: 538.000 seguidores

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