PARO
CLÍNICO
Paro
Clínico es una película dirigida por Howard Deutch en 1992 con
guión de Ron Cutler. En
el reparto encontramos a Ray Liotta, Kiefer Sutherland, Forest Whitaker, John
Mahoney, Lea Thompson, John C. McGinley, Keith David, Eli Wallach, y Kathy
Baker.
Peter Morgan, al que da vida Kiefer Sutherland, es un
joven médico que comienza su período de prácticas hospitalarias en un hospital
de veteranos. Para él es sólo un trámite para conseguir su título, algo
pasajero antes de poder montar una lujosa consulta privada de cardiología que
le proporcione una vida desahogada llena de comodidades.
En este hospital ha de enfrentarse a la complicada
burocracia y a los recortes sanitarios que se imponen a los veteranos y se da
cuenta de que la salud de los pacientes queda en un segundo plano, dando
prioridad a cuestiones políticas, administrativas o económicas. Aunque en
principio se resiste, acaba colaborando con un grupo de médicos que no se
conforman con dejar morir a sus pacientes o con que estos no reciban el
tratamiento que necesitan. Este grupo está liderado por un médico con gran
carisma: Richard Sturgess (Ray Liotta) que ha encontrado la forma de burlar las
normas para ayudar a los pacientes.
He querido comentar esta película porque creo que está muy
de actualidad teniendo en cuenta la crisis que vivimos y los recortes
sanitarios que se están produciendo. En Paro Clínico esos recortes afectan a
los veteranos de guerra, que volvieron como héroes en una silla de ruedas, sin
brazos o sin piernas, o con problemas psiquiátricos y a los que ahora les ponen
muchos problemas y trabas burocráticas para conseguir asistencia sanitaria. Me
parece muy triste una escena del principio de la película en la que un hombre
acude confiado de que “El Tío Sam” le va a ayudar, y se encuentra con colas
interminables y todo tipo de dificultades. Le dicen inicialmente que no le
pueden atender y que ya revisarán su caso, pero podemos ver cómo meten su
informe en una caja y esta va a parar a un almacén lleno de otras cajas similares,
carpetas y papeles que cogen polvo de forma desordenada y que jamás serán
revisados.
A un hombre no le quieren ayudar porque no tienen su
informe de discapacidad, y él les pone su informe sobre el mostrador, o mejor
dicho, coloca su pierna ortopédica. Otro paciente al que no le quieren dar
tratamiento psiquiátrico entra en el hospital con un vehículo y un arma y monta
un terrible número que podría haber costado muchas vidas.
Son hombres que lucharon, que se dejaron en el campo de
batalla su salud física y mental y que ahora ven que el Estado que les mandó a la
guerra no les da la cobertura sanitaria que precisan.
Es paradójico que a un hombre se le autorice una
operación de próstata, porque es más barata, pero no una de corazón, que es la
que más necesita. Pero, como ya hemos dicho, los médicos rebeldes acaban
operándole del corazón: “antes los ventrículos que los testículos”.
Otra cosa que me llamó mucho la atención fue que en los
laboratorios de investigación del hospital no había problemas de presupuesto, tenían
todos los medios inimaginables para trabajar con animales, y los cuidaban como
oro en paño, pero esos mismos materiales y recursos se les negaban a los
pacientes. Esto es una película pero podemos reflexionar si realmente está
ocurriendo esto en la realidad, si vivimos en una sociedad deshumanizada o si
se hace una inadecuada distribución de los recursos.
También quiero plantear una cuestión que nos puede servir
para reflexionar y para comentar en el blog. La película muestra a unos médicos
que seguramente nos caerán simpáticos porque ayudan a los pacientes, intentando
vencer una situación de precariedad y de escasez de recursos, pero hay que
tener en cuenta que lo hacen saltándose las normas, y a veces de una forma un
tanto rocambolesca. ¿Obran bien? Lo cierto es que las normas son necesarias
para vivir en sociedad, para desempeñar un trabajo, para organizarnos, para la
apropiada distribución de los recursos, pero nuestros protagonistas son
conscientes de lo abusivo de las normas, de la horrible burocracia, de las
situaciones paradójicas que se producen, y de cómo se les pueden morir los
pacientes por falta de medios, o cómo pacientes psiquiátricos pueden hacer daño
a otros o a sí mismos por falta del tratamiento psiquiátrico apropiado. Incluso
los médicos que querían cumplir las normas a rajatabla, acaban recurriendo a
todas las triquiñuelas que se les ocurren con tal de cumplir su juramento
hipocrático. Y es que aquí se enfrentan las normas internas del hospital con
los principios éticos de los médicos.
Intentan cumplir las normas pero se enfrentan a ellas por
abusivas y antiéticas. Es exagerada la forma en que actúan, al fin y al cabo es
una película, pero sí nos hace pensar en que a veces no hay que tragar con
todo, aceptar todo sin rechistar, sino cuestionarse aquellas cosas que no nos
parecen correctas y buscar la manera de cambiarlas. Esto en el ámbito laboral
no es algo fácil pues muchas veces los trabajadores tienen miedo a sufrir
represalias o incluso a perder su empleo.
La semana que viene comentaremos una obra maestra del
cine: Lo que el viento se llevó con Clark Gable y Vivien Leigh.
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Estoy de acuerdo contigo actualmente estamos viviendo en un momento donde todo son recortes y sobretodo en lugares donde no deberían de existir como en educación y sanidad. Con respecto a la sanidad es un derecho que tenemos en España, cosa que no sucede en el resto de países pero lamentándolo mucho durante muchos años no hemos sabido valorarlo y ahora que nos están “apretando las tuercas” nos estamos dando cuenta. Con respecto a la escena que indicas es muy similar a la que vivimos donde a personas mayores se las trata como simples números por eso porque son mayores y parece que ya no tengan derecho a vivir, quiero poner un grito en esto ya que estos mayores en su época laboral pagaron su derecho a tener esta sanidad gratuita y en el no tener que pagarse los medicamentos, por mi pregunta que hace un jubilado con una pensión de 400€ si a lo mejor tiene que pagar 200€ de alquiler. ¿De qué va a vivir? ¿Cómo pagará sus medicinas que tanto necesita? Es cierto que siempre acaban pagando justos por pecadores pero esto se tendría que controlar de alguna manera para evitar estos abusos por ambas partes.
ResponderEliminarActualmente no se indica que se hace una operación de próstata antes que una de corazón porque es más barata pero poco faltará y creo que se está haciendo de manera sumergida. ¿Por qué tenemos listas de espera tan largas para depende que enfermedades? Llega un momento que no llegas a creerte que haya tanta gente con la misma enfermedad que tu.
Lamentadlo mucho nos estamos deshumanizando ya no nos sorprendemos por lo que sucede a nuestro alrededor estamos como “vacunados” de todo lo que nos rodea. ¿Cuántas veces hemos pasado delante de una persona que está pidiendo y no la hemos visto? Creo que muchas y luego nos jactamos de ser generosos y ayudar al prójimo por eso si viste más ayudar al niño enfermo que está en un país tercermundista que no al que tenemos al lado, con esto no quiero decir que dejemos de ayudar a estos niños .
Sucede muchísimas veces que siempre te debates en hacer lo que tu empresa espera de ti o bien lo que debería de hacer como les sucede a los médicos de esta película , o cómo podemos ver en algún capítulo de “Anatomía de Grey “, pero aquí estamos hablando de una cosa muy seria que es la salud de las personas, en otros puestos de trabajo en los cuales no dependan de la vida de las personas nos encontramos con personas que son pro-empresa sin importar nada pero yo creo que todo tiene un límite y tenemos que estar contentos con nuestra conciencia.
Como siempre muchísimas gracias por tu estupenda aportación.
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