@Laboralcinema presenta: Wall Street

Wall Street es una película dirigida por Oliver Stone en 1987 con guión del propio director y de Stanley Waiser interpretada por Michael Douglas, Charlie Sheen, Daryl Hannah, Terence Stamp, Martin Sheen, Hal Holbrook, Sylvia Miles, Richard Dysart, Millie Perkins, Annie McEnroe, Sean Young, Anna Thomson, James Spader.

El director pensó primero en Richard Gere y Warren Beatty para interpretar a Gordon Gekko, pero el papel finalmente lo interpretó Michael Douglas magníficamente. Tom Cruise deseaba interpretar a Bud Fox, pero fue Charlie Sheen el que se quedó con el papel.

Para Michael Douglas el papel fue un verdadero regalo que le permitió obtener muchos premios: el Oscar, el Globo de Oro, el KCFCC, el National Board of Review, el David di Donatello y el Nastro d’argento al mejor actor extranjero. 

La que salió peor para da fue Daryl Hanah a la que le dieron el Razzie a la peor actriz secundaria.

Como dato curioso mencionar que Oliver Stone hace un cameo en la película al estilo Hitchcock.

La película nos muestra a Bud Fox (Charlie Sheen), un joven bróker de una familia humilde que con ingenio y tesón intenta abrirse camino en el difícil mundo de Wall Street. Trabaja en una empresa como corredor de bolsa y en sus ratos libres intenta conocer a uno de los grandes magnates de las finanzas a quién admira y a quien desea parecerse: Gordon Gekko (Michael Douglas). Este decide contratarle como agente y el joven Bud descubre que en este mundo todo es dinero, lujos y diversión, pero pronto cae en la cuenta de que su admirado Gordon Gekko es un hombre codicioso y sin escrúpulos al que únicamente le importa el dinero y que es capaz de hacer todo lo posible para conseguir su objetivo. Y es en ese momento cuando Bud debe decidir si acepta una operación muy lucrativa, pero que infringe las reglas de la ética. Lo cierto es que Bud ya ha infringido en más de una ocasión las normas éticas, pero en este caso se trata de la empresa en la que trabaja su padre que es mecánico y líder sindical. La pregunta es si se echa atrás porque le quedan todavía algunos principios morales o sólo porque se ha sentido manipulado y porque es la empresa en la que trabaja su padre. ¿De no ser así habría seguido trabajando junto a Gekko?

La película nos muestra los excesos de los años 80, la especulación financiera desenfrenada y la importancia de la información privilegiada para conseguir amplias y rápidas ganancias en la bolsa. Nos muestra la vorágine que se vive en Wall Street, la rapidez de las transacciones, de la que depende que se ganen o pierdan millones de dólares. También conceden una gran importancia a obtener información privilegiada, o a difundir informaciones falsas que modifiquen el precio de las acciones. Caminan siempre al borde de la ilegalidad o metidos de lleno en ella, y se han olvidado del significado de la palabra ética. Como contrapunto la película nos muestra al padre del joven corredor de bolsa, un hombre honrado y sencillo, que todo lo que tiene se lo ha ganado a pulso con mucho esfuerzo y sin engañar a nadie.

Gekko recomienda a su pupilo la lectura del libro El Arte de la Guerra de Sun Tzu.  En los años 80, la moda eran los libros de autoayuda que versaban sobre la aplicación de tácticas de guerra a los negocios. La verdad es que este tiburón de las finanzas se plantea los negocios como un campo de batalla y es muy agresivo en su forma de actuar y de hablar, tenemos ejemplos como:

"Quiero que sude sangre por todos los poros del cuerpo."

"Dales fuerte. Mételos en el triturador de basura."

"Esto es una guerra de trincheras."

"Cuando sepa quien ha sido el h. p. que ha hablado voy a sacarle los ojos.  Voy a comerle los sesos."

Michael Douglas pronuncia algunas frases que no tienen desperdicio: "La ambición, a falta de una palabra mejor, es buena; es necesaria y funciona. La ambición clarifica y capta la esencia del espíritu de evolución. La ambición, en todas sus formas: la ambición de vivir, de saber, de amor, de dinero; es lo que ha marcado la vida de la humanidad..." 

También dice que en el difícil mundo de las finanzas no se puede tener amigos, y el que quiera un amigo que se compre un perro. Gekko no tiene escrúpulos, hace lo que sea para conseguir sus fines, sin importarle quien cae por el camino. Su ambición no tiene límite, siempre quiere más.

Y siguiendo con frases de la película, Bud comenta en una ocasión: “No descubrí lo pobre que era hasta que empecé a ganar dinero”.

Para terminar con las frases mencionar una que el padre de Bud le dice a su hijo: “sal y produce algo en vez de hacer dinero en vez de vivir de lo que compran y venden los demás”.

Creo que esta película nos puede hacer reflexionar sobre la función de la bolsa y los brokers, la información privilegiada, y la ética en los negocios. También podríamos preguntarnos si actitudes como las que vemos en la película no han sido el germen de la crisis que sufrimos en la actualidad.

En 2010 se estrenó una segunda parte de esta película que triunfó en los 80: Wall Street 2: El dinero nunca duerme que cuenta de nuevo con Michael Douglas, que en esta ocasión está secundado por Shia LaBeouf. En esta segunda parte Charlie Sheen realiza un cameo. La semana que viene comentaremos esta película.