UN
TRABAJO EMBARAZOSO
Película
dirigida por Lara Shapiro en 2009, con guión de Stacey Kramer y de la propia
directora con un reparto encabezado por Lindsay Lohan, a la que acompañan Luke
Kirby, Cheryl Hines y Kevin Covais, entre otros.
La
película es una comedia entretenida aunque bastante flojilla, pero nos puede
servir para comentar algunas cuestiones de interés relacionadas con el mundo
laboral.
La
protagonista es una joven que ha perdido a sus padres en un accidente y eso ha
supuesto un cambio radical en su vida; ha tenido que dejar la Universidad y se
ha puesto a trabajar para mantener a su hermana menor y poderle pagar los
estudios.
Trabaja
de secretaria en una editorial donde su jefe no la trata muy bien y le pide que
realice funciones que no se corresponden con su empleo, como cuidar y lavar a
una pequeña mascota que tiene obsesionado al dueño de la editorial. Es muy
importante que todo trabajador conozca cuáles son sus competencias, qué es lo
que le corresponde hacer en su puesto de trabajo, tener un rol bien definido,
pues la indefinición de roles lleva a confusión, malestar e inseguridad en el
trabajo, o incluso a aprovechamiento por parte de los jefes, que encomiendan a
sus subordinados cualquier tipo de tareas, como en el caso de la película: ¿La
secretaria de un editor tiene que encargarse de bañar o alimentar a un perro?
Cuando
el jefe quiere despedir a su secretaria a ella lo primero que se le ocurre para
evitar el despido es decir que está embarazada. Lo dice casi sin pensar, sin
haber desarrollado un plan. El editor pregunta a su gabinete jurídico y le
aconsejan que en esas circunstancias no debe despedirla, pues lo considerarían
discriminatorio. De esta forma la mentira le sirve a Thea para quedarse en la
empresa y conservar su empleo aunque sea de forma momentánea.
Nuestra
protagonista está muy contenta porque todo el mundo la trata muy bien tras
conocer la noticia, pero una amiga y compañera del trabajo a la que le cuenta
la verdad le hace poner los pies en el suelo: deberá comportarse como una
embarazada. Tendrá que engordar, saber cosas sobre el embarazo, caminar como
una embarazada, llevar ropa apropiada, y asimismo tendrá que pensar en “perder
al bebé” en algún momento pues no va a estar siempre embarazada. Pero Thea está
muy feliz e ilusionada con su nueva situación: le ceden el asiento en el
autobús, le hacen regalos y tienen detalles con ella, ha ascendido en su
trabajo y tiene más responsabilidades, el hermano de su jefe está siempre
pendiente de ella y nuestra protagonista está encantada, hasta tal punto que
más de una vez piensa de verdad que su embarazo es real y compra todo tipo de
cosas para su supuesto bebé.
El
final es esperable: tiene que descubrirse el pastel, su mentira no puede durar
para siempre, no va a estar embarazada toda la vida. Y claro, se descubre todo,
pero como se trata de una comedia amable tiene un final feliz con romance
incluido.
Esta
película nos puede servir para reflexionar acerca de si una mujer embarazada
puede ser despedida del trabajo. Yo creo, de forma totalmente intuitiva, que no
puede ser despedida por el hecho de estar embarazada, pero ¿Si incumple
gravemente sus obligaciones o es negligente no podría ser despedida? Yo creo
que sí, pero entiendo que en este punto deberían aportar sus conocimientos los
expertos en Derecho y Recursos Humanos que seguro que nos ilustran sobre esta
cuestión con sus comentarios.
También
es importante mencionar cómo, en muchos casos, las mujeres han sido
discriminadas precisamente por la posibilidad de quedarse embarazadas, o han
tenido miedo de quedarse en estado por si perdían su puesto de trabajo, o no se
les renovaba el contrato en caso de ser trabajadoras interinas o eventuales. El
Estatuto de los Trabajadores protege a la mujer embarazada, pero eso no quiere
decir que no se cometan abusos en algunos casos.
Pero
en la película Thea no está embarazada, miente y aprovecha la especial
protección que puede tener una mujer que espera un hijo, a la que es difícil
que se despida para evitar problemas legales.
Es
cierto que en situaciones difíciles y de crisis, puede recurrirse a diversas
argucias para conseguir o mantener un empleo, pero una cosa es intentar ser
creativo o venderse bien, presentar de forma original el currículum, o estar
brillante y convincente en una entrevista, y otra muy distinta es mentir
descaradamente como en el caso de la película.
Igual
alguno de los que leáis este comentario habéis contado alguna mentirijilla en
el currículum, o lo habéis exagerado ligeramente. Yo creo que lo mejor es
contar la verdad, ser sincero, aunque una vez leí en una novela que si se
miente hay que procurar que la mentira se asemeje lo más posible a la verdad.
Si uno dice en el currículum que tiene un buen nivel de inglés cuando no sabe
una palabra se le puede pillar con facilidad. Si se dice que el nivel de inglés
es bueno cuando este es regular, se puede salir del paso, se puede perfeccionar
con unas clases, y finalmente salir bastante airoso.
Thea
saca cosas positivas de su mentira. El hecho de que la traten bien y la valoren
hace que su autoestima aumente y además se hace más responsable en su trabajo,
en el cuidado de su hermana y en sus diversas obligaciones. Ella piensa que si
conserva el trabajo o si ha conseguido un ascenso o si la tratan con respeto y
consideración es por estar embarazada, pero en realidad es por su valía y
porque se ha hecho más responsable y seria en el trabajo y en su vida personal.
Al mejorar su autoestima, al ver que su jefe aprecia lo que hace, tiene más
amor propio, más afán por mejorar y hacer las cosas bien y eso da sus frutos.
Para
la semana que viene haremos un viaje en el tiempo y nos trasladaremos, de la
mano de Fritz Lang, a la ciudad de Metropolis y al año 1926, y no para vivir
alguna de las aventuras de Superman sino para comentar las condiciones
laborales de los trabajadores que aparecen en esta película mítica del cine
silente. Espero que disfrutéis con esta película de los orígenes del cine.