Citroen ha expuesto un ambicioso plan de reestructuración de personal que supone la extinción de entre 6.500 y 10.000 empleos en Francia y que supone el cierre de la Fábrica de Aulnay que da empleo directo a unas tres mil personas, para el 2014.
Los sindicatos galos han calificado de seismo la meida.
También es un duro golpe para Hollande que es un claro defensor de la clase obrera. El Gobierno ya está pensando en elaborar un Plan de Ayuda al Sector del Automóvil.
Los trabajadores de las plantas de PSA-Citroen en España, en Madrid y Vigo pueden respirar tranquilos porque, en principio, no les afectan las medidas del Plan.
En el primer semestre de este año la producción del Gigante del automóvil descendió un 18% y presentan una pérdida operativa de 700 millones de euros. Era necesario tomar medidas.
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