EL
TRIGO ESTÁ VERDE
El
trigo está verde (1979)
es un telefilme dirigido por George
Cukor y protagonizado magníficamente por Katharine Hepburn, papel que le valió
una nominación al Emmy en la categoría de mejor actriz de miniserie o
telefilme. Esta fue la última de las 10 colaboraciones entre Cukor y Hepburn.
John Barry fue el responsable de la música, Edward Scaife
de la fotografía y el guión corrió a cargo de Ivan Davis, basado en la obra del
actor y dramaturgo Emlyn Williams. Esta obra literaria ya había sido llevada al
cine en 1945 en una versión de Irving Rapper protagonizada por Bette Davis y
Nigel Bruce, que obtuvo dos nominaciones a los Oscar: al mejor actor de reparto
(John Dall) y a la mejor actriz de reparto (Joan Lorring).
Volviendo a la versión de 1979, hay que decir que a la
veterana actriz de La fiera de mi niña, Historias de Filadelfia o La
Reina de África le acompañaron en el reparto Ian Saynor, Bill Fraser,
Patricia Hayes, Anna Massey, Artro Morris, Dorothea Phillips y Toyah Willcox.
Me ha parecido de interés comentar esta película en
Laboralcinema pues nos habla de la importancia de la educación para tener un
futuro profesional, y también nos puede servir como punto de partida para
hablar sobre la explotación infantil.
Miss Moffat, a quien da vida Katharine Hepburn, es una
inglesa que se va a vivir a un pueblo minero de Gales, donde ha heredado una
bonita casa de campo. Al llegar allí queda totalmente horrorizada al ver a
niños de corta edad trabajando en la mina. Un trabajo muy duro, con muchos
riesgos de accidentes y de sufrir enfermedades como la silicosis. Son muchachos
de familias muy humildes y necesitan trabajar. La miseria y la mina les alejan
de la educación y de acceder a otras oportunidades laborales. Nuestra
protagonista no puede soportar esta situación, se ve en la obligación de hacer
algo por estos chicos para que puedan acceder a un futuro mejor, así que decide
escolarizarlos. Entre ellos destaca un muchacho, Morgan Evans, con muy buenas
cualidades, inteligencia y capacidad de aprendizaje, que de no ser por Miss
Moffat no hubiera salido nunca de la mina. La educación le ofrece otras
oportunidades, se le abren otras puertas que antes nunca hubiera imaginado.
La historia está inspirada en hechos reales. El autor de
la obra guardaba en su memoria el grato recuerdo de Miss Sarah Grace Cooke
(Miss Moffat en la película), pues hizo que las cosas cambiaran en un pueblo
minero de Gales donde los muchachos no tenían otro futuro que la oscuridad de
las minas de carbón, sin ninguna otra esperanza, sin otra opción, sin la
posibilidad de soñar siquiera con otra vida mejor.
El acceso a una formación de calidad es muy importante
para tener más posibilidades para elegir el camino a seguir. Qué importante
sería que en España se invirtiera más en educación e investigación para poder
llegar a la excelencia. Que todos los niños y jóvenes tengan la posibilidad de
acceder a una buena formación: tasas asequibles, becas y ayudas, buena
formación y remuneración del profesorado, e inversión en recursos e innovación.
Actualmente lo que ocurre en España es que una buena
preparación no basta. Jóvenes muy preparados con carrera universitaria,
idiomas, máster, etc. están en paro o trabajando en empleos que están muy lejos
de su cualificación. Y también muchos jóvenes muy bien preparados han de
trasladarse a otros países donde su preparación sí tiene un reconocimiento, en
forma de buenas colocaciones y sueldos acordes a su trabajo y formación.
En relación con la película quiero resaltar también que
menores de edad que deberían estar en el colegio o jugando, lo que hacen es
jugarse la vida en una mina a cambio de un miserable jornal. En la época en que
se desarrolla la historia, a finales del siglo XIX o principios del XX, era
algo habitual; hoy hablaríamos de explotación infantil. Pero aunque pensemos
que esto es algo del pasado, también en la actualidad se dan casos de
explotación de menores de edad. Según la UNICEF en el mundo hay unos 346
millones de niños explotados, muchos de ellos en tareas agrícolas, otros
reclutados como soldados, como carne de cañón en diversas guerras, para
mendigar o prostituirse. No sólo es que se les obligue a trabajar sino que han
de hacerlo en condiciones inhumanas, atemorizados o amenazados, sometidos a
situaciones de peligro, abuso y maltrato.
Niños que, al igual que los de la película no han tenido
infancia, no tienen tiempo para jugar o para aprender a leer y escribir, y ni
siquiera sueñan con algo mejor. Ojalá haya para ellos una luz al final del
túnel, una señorita Moffat dispuesta a echarles una mano y a ofrecerles otro
futuro.
La semana que viene hablaremos de la película FIST,
protagonizada por Sylvester Stallone que se pone en la piel de un sindicalista.
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ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo que expones, los niños lo que tiene que hacer es jugar, estudiar y no preocuparse por temas de mayores como que es lo que tiene que hacer para llegue un plato de comida a la mesa. En muchos países aún hoy día se utiliza mano de obra infantil ya que es barata sin tener en cuenta que ese niño no puedo desarrollar las mismas funciones que un adulto y en parte si lo saben porque si contratan, por decirlo de alguna manera, le pagan menos que a un adulto. Esto sucede en los países del tercer mundo pero por que los países del “primer mundo” lo permiten ya que son los principales interesados en que produzca en tiempo record y al menor coste posible.
Lo que comentas sobre obligar a niños a ejercer la prostitución me parece mucho más aberrante que trabajen en unas condiciones en algún caso infrahumanos. Estos niños viven con el miedo en el cuerpo y dejan de ser niños a una edad muy temprana y luego están las personas que consumen este tipo de prostitución a las cuales yo las invitaría a reflexionar sobre ¿Qué les hubiese parecido a ellos que les hiciesen lo mismo a una edad tan temprana? En este caso los niños no tienen derecho a elegir si quieren ejercer la prostitución o no, no es como una persona adulta que decide por si misma si lo realiza o no, dejo de lado aquellas que les obligan a ella.
Con respecto a la formación yo soy una fiel partidaria a ella , tenemos que seguir formándonos continuamente ya que el hombre está en continua evolución , sí que es cierto que actualmente el tener unos estudios no te garantiza tener un puesto de trabajo en España pero el no tenerlos las posibilidades son menores. Por eso mucho de nuestros jóvenes están emigrando como se hizo en tiempos pasados, aunque si nos ponemos a pensar no hace tanto tiempo, para conseguir ese futuro que actualmente España no puede ofrecerles. Pero muchas de las cosas que nos están sucediendo actualmente en España es culpa nuestra ya que somos partidarios de mientras no me toque a mi todo va bien y nos hemos acomodado a la situación y en muchas ocasiones leemos las cifras del paro que hay y ya nos da lo mismo escuchar que hay 4 o 6 millones de parados, pero no tenemos que dejar que esto suceda y se tienen que empezar a buscar soluciones para salir de una crisis que lleva varios años consumiendo el mercado de empleo español