LOS
TRABAJOS DE CHARLOT
Vamos a reeditar las entradas de Laboral Cinema una de las secciones estrella del blog. Muy interesantes para cinéfilos pero también para los amantes de los recursos humanos. Qué dos ingredientes más interesantes. Espero que os guste
Charles Chaplin, en su famoso papel de
Charlot, protagonizó numerosos cortos en los que desempeñó todo tipo de oficios
que, habitualmente, le duraban muy poco y solían terminar de manera desastrosa.
Mack Sennett, dueño de la productora
Keystone, le dijo a Charles Chaplin que se maquillara y se pusiera cualquier
cosa para participar en un cortometraje, y el actor eligió unos bombachos
anchos, un abrigo ajustado, enormes zapatones, un bombín, un bastón y un
bigote. “En el momento que estuve
vestido, las ropas y el maquillaje me hicieron sentir cómo era el personaje.
Empecé a conocerle, y para cuando llegué al set ya había nacido completamente”.
Charlot en el Hotel
y Carreras
sofocantes fueron los
primeros cortos en los que apareció el personaje de Charlot en 1914, año en el
que Chaplin participó en 36 cortometrajes en los que desempeñó diversos
oficios.
Algunos de esos trabajos los realizó
en la industria cinematográfica –cine dentro del cine-, en títulos como Charlot
hace cine, Charlot artista de cine, Charlot
tramoyista de cine, y Charlot cambia de oficio, película en la que trabajó con Gloria
Swanson, que en 1950 protagonizaría una obra maestra de Billy Wilder, junto al
atractivo William Holden: El crepúsculo de los dioses.
Pero los trabajos de Charlot no se
limitan al cine, pues también hace de camarero en un cabaret, árbitro de boxeo
y boxeador, ayudante de dentista, mozo para todo en un music hall, pintor,
cuidador de un hombre en silla de ruedas, conserje, panadero, transportista de
pianos, empapelador, portero de banco, marinero, encargado de un bazar,
bombero, músico ambulante, prestamista, camarero sobre patines, policía,
soldado, “manitas” de un hotel, peón o payaso de circo.
Como se puede ver los oficios son de
lo más variado, y en realidad una excusa para mostrar el humor de Chaplin, ese
humor loco, disparatado, en el que las persecuciones, los golpes, las caídas, o
las tartas en la cara se convierten en protagonistas de la historia. Es el
género denominado “slapstick”, del que Chaplin fue un genio.
Esta variedad de oficios nos puede
hacer pensar en un personaje sin rumbo fijo, que va trabajando en lo que le
sale, y que vive en una situación de precariedad laboral, que pasa de empleo en
empleo sin conseguir el ansiado contrato indefinido, teniendo que ser en
ocasiones, vagabundo o músico ambulante.
La corta duración de sus trabajos no
se debe a despidos improcedentes sino que el protagonista se lo gana a pulso
pues siempre arma follón, lo hace todo al revés, de forma desastrosa, y provoca
todo tipo de líos y problemas.
En diversos cortos podemos observar
diferentes situaciones propias del entorno laboral como negligencia, intrusismo
profesional, el día de paga o una huelga.
La negligencia aparece en la mayor
parte de los cortos pues Charlot lo hace todo al revés, se equivoca y provoca
conflictos y desastres.
Encontramos intrusismo profesional en El
falso dentista, película en la que Chaplin es ayudante de un dentista. El
título original es Laughing gas pues se usa el gas de la risa como anestésico. Un
día, aprovechando que su jefe ha salido un momento, se hace pasar por dentista
para conquistar a una joven muy guapa. Cuando llega un paciente con un fuerte
dolor de muelas no duda en sacarle la pieza dañada con unas tenazas enormes,
aunque se equivoca y le saca el diente que no es. Esto muestra el desastre que
puede suponer que una persona ejerza una profesión sin la titulación exigida
que garantiza una preparación y unos conocimientos.
Pensando en otras películas en las que
se aborda el intrusismo profesional recuerdo un filme muy famoso de la época
silente Avaricia (1924) de Erich von Stroheim, en la que un ayudante de
dentista acaba montando su propia consulta y será denunciado al colegio
profesional. En Atrápame si puedes (2002), película dirigida por Steven
Spielberg y basada en hechos reales, Tom Hanks persigue a Leonardo Di
Caprio, un joven que sin formación alguna se ha hecho pasar por piloto de
aviones, médico o abogado. Y recientemente, en la serie española B&B se descubre que una
psicóloga que lleva años ejerciendo no tiene titulación. Candela, subdirectora
de una revista y antigua paciente de la falsa psicóloga, se resiste a denunciar
esta situación de intrusismo pues a ella le ayudó mucho cuando sufrió una depresión.
También podemos ver huelgas en los
cortometrajes de Charlot, por ejemplo en el titulado Charlot panadero. En este
corto nuestro protagonista es camarero, pero cuando los empleados de la
panadería se ponen en huelga, Charlot y otro compañero los sustituyen en la
panadería. Los huelguistas se comportan violentamente y llegan a introducir en
la tienda una barra de pan con explosivos. En El circo cuando echan a
Charlot los empleados se ponen en huelga como modo de hacer presión para que le
readmitan.
En defensa del personaje hay que decir
que no siempre le salen mal las cosas, pero cuando le salen bien suele ser por
casualidad y no por sus grandes habilidades. Por ejemplo, en El
circo, cuando quiere hacer de payaso no hace gracia, y cuando actúa
normalmente con su torpeza habitual y cometiendo miles de errores hace mucha
gracia y se convierte, sin saberlo, en la estrella del espectáculo.
La película de Chaplin más relacionada
con el mundo del trabajo es Tiempos modernos (1936), pero
de este filme ya hablaremos en otra ocasión.
Si queréis más información sobre
Charles Chaplin podéis consultar su página oficial en el siguiente enlace: http://www.charliechaplin.com/
Además podéis leer algunas frases de
Chaplin en Cinemed: http://sus-cinemed.blogspot.com.es/2012/09/frases-de-charles-chaplin.html
Y la próxima película que comentaremos
en Laboralcinema será la galardonada 12 años de esclavitud, basada
en una historia real.
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