sábado, 11 de febrero de 2012

Laboralcinema presenta: Su pequeña aventura



SU PEQUEÑA AVENTURA

Norman Jewison dirige esta entretenida comedia en 1963 con guión de Carl Reiner y con Doris Day y James Garner en los papeles principales.
Beverly y Gerald son un matrimonio joven y feliz que se quiere mucho. Él es ginecólogo y ella ama de casa y se ocupa de la casa, los dos hijos pequeños, obras benéficas y tareas domésticas como envasar salsa de tomate.
Un día de forma casual es elegida para protagonizar unos anuncios sobre el jabón Feliz. Ella en principio rechaza el trabajo, le gusta la vida que lleva y no quiere molestar a su marido, pero la oferta es tan apetitosa que no puede decir que no. Ese dinero les vendrá muy bien para llevar una vida más desahogada, y sólo serán unos meses de trabajo. Pero Gerald no lleva bien que su mujer trabaje, las largas horas de rodaje, las sesiones fotográficas, la popularidad de su esposa o que esta gane más dinero que él. De hecho cuando habla de dinero dice “nuestro dinero” cuando se refiere a lo que él gana con su trabajo de ginecólogo, y “tú dinero” cuando menciona el que ella gana promocionando el jabón Feliz, mientras que ella considera que todo es de los dos, que ambos pueden aportar dinero a la economía familiar.
Su pequeña aventura muestra también cómo el mundo de la publicidad con frecuencia ha cosificado a la mujer, se la ha mostrado como una “mujer florero” o una “mujer objeto”. Esto se ve claramente en el anuncio que se había rodado del jabón Feliz utilizando a una modelo atractiva, sensual y afectada, que desde una bañera llena de espuma invitaba a la audiencia a un baño.
Al dueño de la marca de jabones no le gusta nada el anuncio; quizás a los hombres les guste pero son las mujeres las que van a comprar el jabón y seguramente no les guste esa imagen. El empresario desea algo más familiar, sencillo, natural y espontáneo, y eso lo encuentra en Beverly. La joven ama de casa, además, se muestra sincera en los anuncios que rueda, cuenta su experiencia y si alguno de los productos no lo ha probado promete hacerlo para poder contar su experiencia en el siguiente anuncio. Esta sinceridad me recuerda a la película Kate & Leopold, en la que el protagonista, un noble que ha venido del pasado, va a rodar un anuncio de mantequilla en el que tiene que decir lo deliciosa que es, pero cuando la prueba no la encuentra buena y se niega a grabar el anuncio pues no quiere mentir.
También se puede mencionar la conducta aduladora de los directivos de publicidad. Cuando les muestran el anuncio que ha hecho el ama de casa y se les pide opinión dudan y dicen que lo tienen que pensar, pero cuando un instante después saben que al dueño de la empresa le ha encantado el anuncio ya no tienen que pensar nada y se deshacen en halagos, mostrando una actitud hipócrita y pelota, que contrasta con la franqueza de Gregory Peck en El Hombre del traje gris, película que comentamos la semana pasada.
Pese a las dudas iniciales de los publicistas la joven ama de casa triunfa pues el público ve a una persona sencilla, sincera, una chica normal, como ellas, y sus anuncios tan naturales crean confianza en el producto.
El marido lleva muy mal el éxito de su esposa y que gane tanto dinero, es de los que piensan: “la mujer en casa con la pata quebrada”. Él es el que tiene que llevar el dinero a casa y mantener a su familia y no puede soportar esta nueva situación. En los años 60 muchos hombres pensaban así, y aún quedan hoy en día algunos vestigios de este comportamiento machista en países desarrollados, aunque no podemos negar que se ha avanzado mucho, sin embargo,todavía existen países en los que estos avances no se han producido, la mujer es ciudadana de segunda categoría y muchas cosas le están vedadas.
Beverly se ocupaba de la casa, los niños y estaba esperando pacientemente a su marido que no gozaba de mucho tiempo libre debido a su trabajo y múltiples guardias. La nueva situación disgusta a Gerald y parece que el matrimonio empieza a distanciarse, pero mientras la esposa busca formas adecuadas de acercamiento, el marido se vale de subterfugios y engaños, y no para encontrar un equilibrio sino para forzar a su mujer a que deje el trabajo, cosa que finalmente consigue. Al final Beverly le dice que le encanta ser la mujer de un médico, como si ella no tuviera identidad propia: “ser la mujer de”. 
Esta comedia además de entretenernos nos puede resultar muy útil para reflexionar acerca de diversos aspectos como la cosificación de la mujer en algunas campañas de publicidad, la igualdad del hombre y la mujer y los cambios sociales que se han producido desde que se rodó la película hasta nuestros días, el acceso de la mujer al mundo del trabajo, o la conciliación de la vida familiar y laboral.
Y la semana que viene hablaremos de la película danesa “El jefe de todo esto”, y como ya avanzábamos la semana pasada iremos comentando películas como: El viaje del director de recursos humanos, el ladrón de bicicletas, Acoso, Metrópolis, Pago justo o Tiempos modernos. Además estamos abiertos a vuestras sugerencias.

3 comentarios:

  1. Película donde vemos muchos estereotipos en la cual la mujer "sólo sirve" para estar en casa, en ella podemos ver como la protagonista gana más dinero que su marido y eso provoca que él se vea en la necesidad de hacer algo para volver a tener esa posición de poder frente a su mujer y el mundo exterior, lamenta dolo mucho hoy en día aún existen muchos hombres que piensan como el protagonista de la película y se ven amenazados cuando su mujer gana más dinero que ellos, ya que se siente inferiores, pero que sucede cuando es la inversa, ¿La mujer no tiene derecho a querer que eso cambie?. El marido pone todo tipo de trabas para que su mujer no pueda conciliar la vida familiar con su vida de trabajo. Hoy en día aún se sigue creyendo que la única persona de la pareja que tiene que conciliar vida familiar con vida de trabajo es la mujer y es extraño ver a hombres que están dispuestos a reducir su jornada laboral o bien intentar hacer todo lo posible para poder estar con su familia , siempre son las mujeres las que " tienen que sacrificarse".
    Las mujeres en publicidad han sido y siguen siendo mujeres floreros en las cuales sólo son "objetos" a los cuales desear o bien de adorno para el producto, en la película lo vemos más ya que al principio tan sólo vemos una cara bonita que promociona el producto pero el dueño del "jabón feliz" se da cuenta que eso sólo sirve para que compren los hombres pero realmente quien compra el jabón es la mujer y decide dar un aire diferente a sus anuncios. Hoy en día todo esto empieza a cambiar y ya no sólo vemos a mujeres anunciando productos en la cocina si no que poco a poco vamos viendo a hombres promocionando productos en la cocina

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  2. Sí, la mujer todavía encuentra trabas para acceder al mundo laboral y en muchos sitios se sigue pensando que la mujer es la responsable de la casa, los niños, cuando si ambos trabajan las tareas deberían estar repartidas equitativamente.
    Ha habido cambios pero ¿realmente hemos cambiado de verdad nuestra manera de pensar? Si una mujer deja el trabajo para ocuparse de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos (lo más frecuente) lo vemos normal, pero si un hombre dejara de trabajar para ocuparse de esas tareas ¿Lo veríamos normal? ¿Pensaríamos que es un carota por quedarse en casa sin ir a trabajar fuera?
    Todavía hay que trabajar mucho por la igualdad, y es que cambiar el pensamiento y forma de actuar vigente desde hace siglos no es una tarea fácil.

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  3. Se va avanzando poco a poco pero todavía le falta madurar a la sociedad. Se piede o más bien se impone a las empresas cambiar: hacer planes de igualdad, no discriminar en la selección en la retribución, enla promoción, etc. etc. pero en el seno de las familas se sigue sin cambiar.
    Por ejempleo en mi empresa el 100% de las personas que han solicitado reducción de jornada han sido mujeres.

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