PAGO JUSTO
Pago justo es una película dirigida en 2010 por John de Borman con guión de Billy Ivory y con un elenco integrado por: Sally Hawkins, Bob Hoskins, Miranda Richardson, Geraldine James, Rosamund Pike, Andrea Riseborough, Daniel Mays, Jaime Winstone, Kenneth Cranham, Rupert Graves, y John Sessions.
La película obtuvo cuatro nominaciones a los Premios BAFTA, incluyendo mejor película británica y mejor actriz secundaria.
Corrre el año 1968 en Gran Bretaña. La Ford tiene 55000 trabajadores varones y 187 mujeres que trabajan en el taller de costura cosiendo las tapicerías de los coches.
Estas mujeres protagonizaron una de las huelgas más largas y más sonadas de la historia de Gran Bretaña con el fin de conseguir un salario igual al de los hombres. Con esta huelga pusieron en jaque a los directivos de la Ford y también al gobierno.
La película muestra al grupo de costureras que trabajan en muy malas condiciones, hacinadas en un taller mal iluminado en el que en verano se mueren de calor y cuando llueve hay goteras y tienen que poner unos cubos. Trabajan duro pero su sueldo es mísero.
Se quejan al sindicato y encuentran el apoyo de un sindicalista al que da vida Bob Hoskins. Están consideradas como trabajadoras no cualificadas, cuando en realidad tuvieron que pasar un examen para trabajar en el taller y realizan un trabajo cualificado y de precisión. El representante sindical les dice que en realidad no es una cuestión de cualificación, cobran menos por el hecho de ser mujeres, y además es legal que les paguen menos por tal motivo: “Siempre seréis las segundas, siempre pelearéis por las migajas de la mesa hasta que consigáis salarios iguales”.
Aunque otros miembros del sindicato no parecen muy dispuestos a ayudarlas él les presta su apoyo pues recuerda a su madre, viuda y que tuvo que pasar muchas dificultades para sacar a su familia adelante “Mi madre ganaba la mitad que los hombres de la fábrica por hacer el mismo trabajo y nunca pensó que las cosas pudieran ser diferentes”. Lo malo es la pasividad, el asumir como bueno lo que es injusto, o incluso no darse cuenta de la injusticia.
Las mujeres no están pidiendo una discriminación positiva, lo que quieren es un trato justo e igualitario, y no ser discriminadas por razón de su sexo.
Como nunca se habían puesto en huelga, los directivos de la Ford y los sindicatos piensan que no se van a atrever, y, sin embargo, se atreven y dejan de trabajar un día en el que se manifiestan ante la entrada del taller con pancartas en las que piden un salario justo que refleje el trabajo que hacen: “Queremos respeto” o “Apoyad a las mujeres” son algunas de las frases de las pancartas.
El paro de las mujeres pasa casi desapercibido e inicialmente no consiguen nada. Los hombres ven un disparate la igualdad de salarios, piensan que disminuirán los beneficios de la empresa, o que no se mantendrá la economía.
Como no han conseguido la repercusión que querían deciden prolongar la huelga hasta alcanzar sus pretensiones.
Rita, una joven sencilla e inteligente, se pone a la cabeza de la revuelta. Cuando en la fábrica se quedan sin la tapicería de los asientos han de parar la producción y todos los trabajadores se ven afectados. Los maridos, que en principio parecían apoyarlas, se empiezan a echar atrás puesto que la economía doméstica se está afectando drásticamente. El dinero se acaba, tienen muy poco para comer y no pueden pagar los plazos de los electrodomésticos. Por ejemplo, un día Rita llega a casa y ve cómo se llevan su nevera. Esta situación crea tensiones y discusiones en la pareja.
Un día un trabajador se acerca a Rita muy enfadado y le dice que el sueldo de las mujeres es un complemento a la economía familiar, que ella se puede quedar en casa si quiere, pero que son los hombres los proveedores, los que han de llevar a casa el jornal y mantener a su familia. Esto es lo que piensan también otros muchos trabajadores, directivos y miembros del sindicato.
Uno de los líderes sindicales hace pensar a las mujeres que las apoya y quiere quedar bien con ellas, pero en realidad no tiene en cuenta sus pretensiones, probablemente ni siquiera las ve justas. No parece que ponga mucho interés en defender a los trabajadores, más bien se preocupa de sacar provecho del sindicato acudiendo a los mejores restaurantes, e incluso realizando viajes a París y mandando las facturas al sindicato. Por casos que se han publicado en la prensa, seguro que nos vienen al pensamiento algún que otro político o algún sindicalista que aprovechando dietas pagan banquetes de lujo, o que directamente meten la mano en la caja.
Pero volviendo a la película, cuando la situación se va haciendo desesperada, cuando las tensiones aumentan, los sindicatos votan y se impone el apoyo a las mujeres frente a posiciones que querían dejar las cosas como estaban, perpetuando, así, la injusticia. La ministra del interior Barbara Castle se interesa por la huelga de estas mujeres y decide recibirlas. Sus asesores le aconsejan que no lo haga, que de esa forma dará crédito a su causa. Pero ella contesta muy acertadamente: “Yo no voy a dar crédito a su causa. Su causa ya tiene crédito”.
La ministra las recibe y se compromete a conseguir la igualdad de salarios para hombres y mujeres, aunque de una forma paulatina. Las costureras exigen un 90% y la ministra, aun a sabiendas de que le puede costar algún disgusto, accede. Las mujeres están muy felices, con su valentía, esfuerzo y sacrificio han conseguido una victoria histórica, un logro social muy importante y lo celebran con gran alegría.
Al final el filme nos cuenta que dos años después el acta de igual salario se convirtió en ley, y esto se fue extendiendo también por otros países.
La película, casi documental, muestra de una forma correcta y realista los hechos acaecidos en Gran Bretaña hace poco más de 40 años, no estamos hablando de prácticas medievales o de la antigüedad, hace un puñado de años era legal que la mujer cobrara menos dinero por el mismo trabajo, lo que constituía una discriminación, una situación injusta y una forma de explotación. Estas costureras abrieron el camino a la igualdad entre hombres y mujeres en materia de salarios, aunque en la actualidad todavía se ven situaciones injustas, sobre todo en algunos países, se ha avanzado mucho. Algunos pensaban que estas mujeres buscaban privilegios pero sólo buscaban lo que en justicia les correspondía.
La pregunta que podemos hacernos es ¿Por qué se producía esta situación discriminatoria? Porque, en general, el hombre pensaba que la mujer era inferior a él. Esto queda demostrado claramente cuando un directivo de la Ford y su esposa tienen un invitado en su casa. Cuando ella da una opinión muy inteligente, el marido, de forma bastante brusca, la envía a la cocina, como indicando que ese es su sitio. Esta joven habla con Rita y le dice que pese que ella es culta y con inquietudes, y se graduó brillantemente en la mejor Universidad del mundo, su esposo la trata como si fuera tonta. Esta mujer de clase acomodada se da cuenta de que la lucha que Rita encabeza va más allá de conseguir un salario justo, es un camino para dignificar a la mujer y demostrar que esta es capaz de todo aquello que se proponga.
La semana que viene comentaremos la película Sin reservas, protagonizada por Catherine Zeta Jones y Aaron Eckhart, sobre una chef volcada en su trabajo que se ha olvidado de vivir.
En Pago Justo vemos cómo gracias a las mujeres costureras de ford cada vez más se esta consiguiendo equiparar el salario de mujeres y hombres. Lamentodolo mucho todavía vivimos en un mundo que es dominado por hombres y en mucho lugares la mujeres son consideradas como ciudadanos de tercera, y en cuanto al mundo laboral en algunas empresas todavía se sigue teniendo este componente , ¿que sucede cuando un seleccionador tiene 2 cv's con igual formación e igual experiencia laboral pero uno es un hombre y el otro una mujer ?. Depende de la empresa tomarán al hombre ya que no tiene el problema de estar al cuidado de sus hijos, tema que ya hemos tratado en otras películas y otras empresa se decantarán por la mujer por que cobrará un salario menor que el del hombre.
ResponderEliminarLa película que esta basada en la realidad me parece fabulosa el como si nos proponemos algo podemos conseguirlo, fueron unas mujeres que no cesaron en el intento a pesar de las trabas que se les ponía en el camino ( falta de salario, no trabajo para el hombre, etc...). Me impacto la frase cuando finaliza la primera Huelga cuando habla con Rita "con los chicos a dudas penas consigo que esten dos horas antes de irse al bar", ya que en algunas ocasiones la gente se toma la Huelga como mira es un día que no trabajo y no por lo que tiene que ser por luchar por tus ideales. Otra de las cosas que me impacto de la película fue que ningún hombre fuese a apoyarlas tan sólo un hombre del sindicato, ya que el otro las utilizaba como moneda de cambio para conseguir ellos otras cosas no por los derechos de las costureras.
Lo que más loable me parece de toda la película es ese afán por defender sus derechos por no claudicar ante adversidad y gracias a ellas hoy en días las mujeres podemos equiparar nuestro salario al de los hombres cuando realizamos las mismas funciones.
Pero no pretendo lanzar un comentario feminista, tan sólo reclamar lo que es justo que hombres y mujeres luchamos por un mismo objetivo común y esto se tiene que transmitir desde la tierna infancia si no podemos escuchar prendas como la que escuche hace poco en radio , le preguntaban a un chico joven ¿Por qué pensaba que había tanto paro?. Y lo sorprendente fue la respuesta por que si las mujeres estuviesen en casa limpiando y cuidado de los hombres, que es lo que tienen que hacer, habría trabajo para los hombres y no existiría el paro. A mi respuesta como estas me hacen pensar mucho y sobretodo escucharlo en personas de joven edad.
Yo creo que el feminismo de verdad es lo que se muestra en la película, unas mujeres que luchan por lo que es justo, ni más ni menos, que piden igualdad.
ResponderEliminarYo no creo ni en la discriminación positiva hacia la mujer, ni en el feminismo que hoy nos quieren vender desde ciertos sectores. Lo que creo es que las personas han de tener los mismos derechos independientemente de su sexo, raza, religión, etc. Sin sufrir discriminaciones por estos motivos.
Se ha avanzado mucho pero todavía queda mucho camino por recorrer y sobre todo en algunos países.
Y el comentario de la mujer en casa con la pata quebrada, o que la mujer se ha de quedar en casa con las tareas domésticas, que es lo suyo, me parece de trogloditas y sorprende que esto puedan pensarlos chicos jóvenes...