viernes, 16 de diciembre de 2011

Laboralcinema presenta: La Conspiración


La conspiración (Robert Redford, 2011) es un drama judicial basado en hechos reales que cuenta con un reparto de lujo encabezado por James McAvoy (Frederick Aiken), Robin Wright (Mary Surratt), Kevin Kline (Edwin), Evan Rachel Wood (Anna Surratt), entre otros.
La película se centra en el proceso judicial de ocho personas acusadas por los atentados simultáneos a Abraham Lincoln, al vicepresidente y al secretario de estado. Entre los detenidos hay una mujer, Mary Surratt, dueña de la pensión donde al parecer se reunían para planificar los atentados y madre del único implicado que ha conseguido huir.

Las heridas de la guerra civil están abiertas, todo es demasiado reciente y el gobierno quiere que el caso se cierre rápidamente y con castigos ejemplares, sin que importe mucho quienes sean condenados o si son culpables o no.

El joven e inexperto abogado Frederick Aiken, que acaba de colgar el uniforme militar y a los que todos ven como un héroe unionista no quiere defender a Anna Surratt, sudista y detenida por conspirar para atentar contra Lincoln y otros miembros relevantes del gobierno. Sin embargo, su jefe le recuerda que toda persona merece una defensa y un juicio justo y el joven acaba aceptando el caso. No sabe si es inocente o culpable pero considera que merece ser juzgada justamente, sobre todo teniendo en cuenta que su caso se basa en pruebas muy endebles y en testigos que se contradicen o que, claramente, están coaccionados o comprados. El abogado hace muy bien su trabajo y debido a ello es despreciado por los que hacía poco lo consideraban un héroe pues ahora lo ven como un traidor. Pero todos sus esfuerzos son en vano pues su cliente está condenada de antemano, y podemos comprobar las intromisiones del poder político en los tribunales, mostrándonos una falta de independencia d ela justicia.

Robert Redford nos ofrece un magnífico trabajo en esta película que nos muestra el juicio a María Surratt tras el asesinato del presidente Lincoln, muerto de un tiro el 15 de abril de 1865 mientras asistía a una representación teatral en el teatro Ford y nos hace reflexionar sobre el Estado de derecho, los límites del poder, la justicia o la separación de poderes. La situación era muy particular, con las heridas de una guerra civil sin cicatrizar y el poder político decide que alguien tiene que pagar el crimen, sea culpable o no, lo que más importa es que haya un castigo ejemplar y que sea rápidamente para evitar que los del norte se intenten vengar y para frenar las posibles sublevaciones de los sureños.

Para el joven abogado es demasiado duro ver que todos sus esfuerzos caen en saco roto y que no se hace justicia por la intervención del poder político. Además recibe el desprecio de todos a pesar de que obra correctamente. La injusticia y la intromisión política le decepcionan, le convierten en un “profesional quemado” y le llevan a abandonar su recién estrenada carrera de derecho para, finalmente, dedicarse al periodismo, quizás para tener un medio en el que denunciar todas las situaciones injustas y corruptelas varias.

En muchas películas se muestran estereotipos o se establece una marcada división entre buenos y malos, pero no ocurre así en Conspiración; de hecho el abogado no sabe si su cliente es culpable o inocente, pero no quiere negarle su derecho a una defensa y a un juicio justo, dejando de lado deseos de venganza o de apaciguar a un pueblo que quiere condenas rápidas y contundentes.



El filme nos muestra la correcta actitud del abogado que deja sus prejuicios a un lado, lo cual le cuesta el desprecio de los que antes le habían aclamado como a un héroe, y le lleva a, hastiado de lo que ve, dejar su trabajo. Lo cierto es que en muchos medios laborales nos encontramos el “síndrome de burnout” o del profesional quemado, que hace que buenos trabajadores caigan en una depresión o tengan que dejar su trabajo presionados por un mal clima laboral, injusticias u otras circunstancias, como vemos que le ocurre a Aiken en La Conspiración.

También nos puede servir para reflexionar sobre la separación de poderes, sobre si los poderes políticos interfieren en las decisiones judiciales o sobre si realmente la justicia es igual para todos.

La semana que viene hablaremos de la película El diablo se viste de Prada.

5 comentarios:

  1. Le podrían haber buscado otro título ya que creo que hay otra película con el mismo nombre del 2007 y su director fue Paul Haggis y actor principal Tommy Lee Jones.

    Lídia Llop @LidiaLlop

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón, el título no es muy original, pero en ocasiones, esas coincidencias, salvo que sean "remakes", se deben a la traducción del título. Creo que el título original de la película que mencionas es "In the valley of Elah", en España se tradujo por "En el valle de Elah" y en otros países como Argentina y Venezuela recibió el nombre de "la conspiración".
    "The conspirator" (2011) se ha traducido en España como "La conspiración".
    También tenemos en España una novela de Dan Brown que se titula "La conspiración", y cuyo título en inglés es: "Deception point"
    Otro ejemplo que nada tiene que ver con conspiraciones pero sí con traducciones de títulos de pelíuclas: el magnífico filme protagonizado por Cary Grant recibió en España el título de "arsénico por compasión", sin embargo, su título original es: "Arsenic and old lace", que significaría algo así como arsénico y encaje antiguo, que es el título que recibió en Argentina como traducción literal, mientras que en España, salvo por el arsénico, poco tenía que ver con el título en inglés, aunque sí con el contenido de la película.

    ResponderEliminar
  3. La película me pareció fabulosa, no había oído hablar de ella y lo cierto es que me encanto.
    El papel que le toca jugar al protagonista es un papel muy duro ya que como bien indicáis tiene que hacerse cargo de la defensa de un condenado que considera a priori culpable, aunque a medida que avanza la película se da cuenta que quizás no es culpable si no que la están juzgado de manera equivocada, pero a pesar de creer culpable a su defendido decide poner todo para conseguir declararla inocente a pesar de lo que puede suponer para el y la sociedad en que vive tomar esa decisión .Yo creo que a parte de "quemarse" el protagonista no era la vida de abogado la que quería realmente llevar por eso al perder el caso decide dar un cambio a su trayectoria profesional y realmente hacer lo que lo gustaba que era investigar para dar después la verdad o que la gente pueda tener más opiniones para poder discernir entre lo verdadero y lo falso.
    En muchas ocasiones lamentado lo mucho los poderes políticos acaban interviniendo en la decisión que se toma a la hora de juzgar a una persona, y en lugar de investigar para ver si es cierta esas acusaciones se parte de la premisa que ya es culpable y no se cumple la frase " Sera inocente hasta que se demuestre lo contario"

    ResponderEliminar
  4. Iba a ver otra película pero ya había empezado y sin muchas ganas acabé viendo La Conspiración, me parecía que un juicio por la muerte de Lincoln sería un poco rollo, pero la verdad es que la película me sorprendió muy favorablemente, me encantó.
    Creo que de lo que se habla fundamentalmente es de la verdad y la justicia.
    Me gusta mucho cuando el abogado habla con un juez y este le pregunta si cree que la acusada es inocente o culpable y él responde que no lo sabe, pero cree que se defendida merece un juicio justo.
    Es muy importante la frase que mencionas de que uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero a veces parece que una persona es culpable hasta que logre demostrar que es inocente, y eso es pervertir la justicia, y más aún cuando los poderes políticos se meten por medio para hacer que la justicia decida lo que les interesa. También hay que mencionar el papel d elos medios de comunicación que en ocasiones realizan juicios paralelos que pueden ser muy dañinos.

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias por vuestros comentarios y me alegro que os haya gustado la película.

    ResponderEliminar