EJECUTIVA EN APUROS
A Renée Zellweger en Ejecutiva en apuros (Jonas Elmer, 2009) no le toca engordar como en El diario de Bridget Jones o cantar y bailar como en el musical Chicago; en este caso ha de enfundarse un elegante traje chaqueta, calzar zapatos con un tacón de vértigo o desplazarse en descapotable por las calles de Miami. Es ambiciosa, trabaja duro y aspira a convertirse en vicepresidenta en una empresa en la que todos los altos cargos son varones. La joven acaba aceptando hacerse cargo de una empresa de alimentación en un pueblo perdido de Minnesota. Cambia el agradable clima de Miami por paisajes nevados, y la ciudad moderna por un pueblo chapado a la antigua, en el que las señoras se reúnen para hacer álbumes e intercambiar recetas de cocina. Un pueblo que da mucha importancia a la religión, a las tradiciones y a las buenas costumbres.
Ella siente que no encaja, que está fuera de lugar. Además, al poco de llegar tiene una bronca con un atractivo bombero al que trata de forma bastante despectiva y que resulta ser el representante sindical.
La ejecutiva les anuncia que van a modernizar la fábrica; lo que se calla es que van a despedir al 50% de los trabajadores. Al principio le da igual porque ni los conoce ni le importan, son simplemente números, sin embargo, eso va a cambiar con el tiempo, según va conociendo a la gente y estableciendo lazos.
Cuando su secretaria y amiga descubre que se van a producir muchos despidos se lo echa en cara, pero las cosas se han puesto peor pues lo que se ha decidido finalmente es cerrar la fábrica, y esto hundiría al pueblo, ya que la mayoría están empleados en esta empresa.
Es entonces cuando a nuestra protagonista se le ocurre una idea: antes de que la cierren lanzarán un nuevo producto: una receta secreta de su secretaria. Si se convierte en un éxito y consiguen buenas ventas tal vez no se cierre la fábrica y se salven los puestos de trabajo. Todos se ponen manos a la obra y la cosa funciona, la fábrica no se cierra y la joven puede al fin volver a Miami a su vida de siempre, a su alto cargo, a su soledad. Se da cuenta de que eso ya no es lo que quiere y que en aquel pueblo de Minnesota que parecía que no tenía nada que ver con ella, ha dejado amor y buenos amigos, allí está la vida que ahora desea. Además le queda mucho trabajo por hacer. Su jefe ha vendido la fábrica y ella busca inversores para poder comprarla y que, finalmente, pueda pertenecer al pueblo y a los trabajadores.
Algunas cosas me han recordado vagamente otra de las películas que ya hemos comentado en Laboralcinema: Baby, tú vales mucho: la ejecutiva que deja la gran ciudad para irse a un pueblo alejado, la creación de una empresa alternativa de productos de alimentación, o la posibilidad de encontrar el amor cuando y donde menos se espera.
Desde Miami, en cómodos y elegantes despachos, unos ejecutivos manejan los hilos a su antojo y conveniencia: abren, cierran, compran o venden fábricas como si se tratara de fichas del Monopoly y tratan a los trabajadores como si fueran simples números, y no como personas. Nuestra protagonista cambia de actitud cuando se acerca, se implica e involucra, cuando las personas a las que ha de despedir dejan de ser fichas sin rostro y se convierten en personas, en buenos trabajadores, padres de familia y amigos.
La próxima semana comentaremos la película Recursos humanos.
En los negocios, en la empresa no debemos perder de vista el lado humano y que un factor o ingrediente muy importante en las empresas son las personas.
ResponderEliminarEn los negocios siempre influye el aspecto humano , por que al final de cuenta todos somos personas, y nuestros sentimientos de alguna manera influyen en nuestras decisiones.Tal y como nos muestran en la película pero lo que es más importante que ella sigue luchando por su sueño de dirigir su propia empresa aunque para ello tenga que abandonar su acomodada vida en Miami , al principio el cambio le supone un cambio radical en su vida dejar todo a lo que esta acostumbrada y adentrarse en una nueva ciudad y nuevos amigos, eso provoca en ella un resentimiento y hace que no quiera relacionarse en exceso con los habitantes del pueblo , pero el ser humano no quiere estar o sentirse sólo y ese resentimiento poco a poco se va convirtiendo en otro sentimiento para sentirse cómoda dentro del pueblo , eso provoca que no vea a los empleados de la fabrica como simples números si no que los vea como personas y que se impliquen en su día a día para poder conseguir que compren la fabrica y sea suya para que nadie pueda arrebatársela.
ResponderEliminarEs otra imagen de mujer fuerte que sabe lo quiere y que lucha por ello hasta conseguirlo, pero en muchos casos no esta bien visto.
La verdad es que al principio, bien sea por el resentimiento del que habla Sandra, o porque se siente por encima de la gente del pueblo, no se involucra ni se implica de verdad en la empresa, pero cuando lo hace consigue todo lo que se propone.
ResponderEliminarLa peli es un poco floja, pero para pasar el rato está bien. Desde el punto de vista de los RRHH sí que nos refleja perfectamente como el involucrarse con la plantilla, con los empleados es muy importante tanto para el éxito empresarial como el personal.
ResponderEliminarAl fin y al cabo somos personas sociales y que necesitamos relacionarnos. El pensar solo en números o resultados o en el éxito personal es demasiado individualista y egoista. Además como hemos dicho anteriormente si te apoyas en los demás seguro que puedes obtener mejores resultados.
Pero, es una pena que lo que nos muestra en la primera parte la película es una realidad y muchos empresarios o altos ejecutivos no se dan cuenta de lo que acabamos de explicar.
Tienes razón Ánonimo, lamenta dolo mucho en muchas organizaciones se funciona como en la primera parte de la película peo depende de nosotros que esto cambie y que da vez esas murallas que separan al empresario del trabajador se rompan y que se den cuenta que si se trabaja de manera conjunta el resultado es mejor
ResponderEliminarSí, la película es flojilla, tiene buenos mimbres, pero creo que no aprovechan bien sus posibilidades y la pareja protagonista no me acaba de convencer.
ResponderEliminarSin embargo, encuentro que se plantean cuestiones de interés relacionadas con el mundo del trabajo.
Afortunadamente no siempre existen esas murallas entre empresarios y trabajadores, pero sí es cierto que muchas veces están presentes y se olvida bastante el factor humano.