BABY, TÚ VALES MUCHO
La película de la que vamos a hablar hoy en Laboralcinema, es un filme dirigido en 1987 por Charles Shyer que nos muestra a Diane Keaton enfundada en la piel de una alta ejecutiva de publicidad que trabaja 7 días a la semana, 48 h cada día y que aspira a ser nombrada socia de la empresa. De hecho, su jefe se lo propone, aunque antes le suelta un discurso machista acerca de que él puede dedicarse “full time” porque su esposa se ocupa de todo, mientras que él no sabe ni cuántos nietos tiene, y añade que en la vida no se puede tener todo. Ella, que sólo vive para su trabajo, responde que no lo quiere todo. Pero su vida va a cambiar radicalmente cuando recibe una sorprendente herencia de un primo lejano al que casi no conocía ¿Qué cuál es la herencia? Pues nada más y nada menos que un bebé que altera la vida ordenada, métodica y volcada en el trabajo de nuestra protagonista. Su novio (Harold Ramis), al que sólo le importa el trabajo, no acepta la nueva situación y la abandona, y en su empresa no encuentra ningún apoyo. Normalmente cuando una persona tiene un bebé o adpota un hijo goza de un tiempo de permiso que le permite adaptarse a esta nueva situación, pero en el caso de nuestra protagonista esto no es así, y además encuentra muchas dificultades para encontrar niñera. Con relación a este aspecto mencionar que nuestra ejecutiva monta un proceso de selección de personal para elegir la cuidadora de su hija, y por allí desfilan personajes variopintos y estereotipados, pero no olvidemos que se trata de una comedia.
En su empresa, en vez de prestarle apoyo, la ningunean y relegan y por supuesto, aparcan la idea de nombrarla socia. Y claro, en estos casos siempre hay algún trepa (James Spader) al acecho para aprovechar la situación. Como ella no está dispuesta a soportar la humillación a la que es sometida, decide darle un giro a su vida y se va a vivir al campo, un entorno muy diferente al que está acostumbrada. Allí conocerá a un atractivo veterinario (Sam Shepard) del que se irá enamorando poco a poco. Pero la vida empresarial corre por sus venas y lo va a demostrar montando una empresa de la nada.
Creo que esta película de la década de los 80 plantea unas cuestiones que hoy siguen estando de actualidad. Se habla mucho de la igualdad entre el hombre y la mujer y se ha invertido un dineral, pero a mi entender la igualdad no consiste en una discriminación positiva, en fijar unas cuotas o en utilizar incorrectamente el lenguaje, pasa por ofrecer las mismas oportunidades, por ayudar a conciliar la vida profesional y familiar, cosa que en la película no ocurre: ¿Para alcanzar un puesto directivo hay que renunciar a tener una vida familiar? ¿Sólo ha de renunciar la mujer? Podemos decir que en la empresa en la que trabaja nuestra protagonista al inicio del filme rezuma machismo e incomprensión.
Hay que añadir que es cierto que el rendimiento de la ejecutiva baja considerablemente, pero también es verdad que no recibe ninguna ayuda, ni unos días de permiso, y no es tarea fácil encontrar niñera.
Nuestra ejecutiva dijo en una ocasión que no lo quería todo, sin embargo, al final consigue tenerlo todo: el éxito profesional, el amor y una familia.
¿Qué opinas? ¿Para alcanzar un puesto directivo hay que renunciar a tener una vida familiar? ¿Sólo ha de renunciar la mujer? Creo que son cuestiones de interés para reflexionar y que nos pueden servir para establecer un debate.
La semana que viene comentaremos en Laboralcinema la película Glengarry Glenn Ross que fue sugerida por uno de los seguidores de esta sección, y la posteriormente hablaremos de Ejecutiva en apuros, también recomendada por otro seguidor. No os las perdáis y colaborad con vuestros comentarios, porque esta sección la hacemos entre todos.
Magnífica película con magnífico reparto,con un tema social que perdura en el tiempo, ya que los años pasan y esa misma problemática se mantiene.
ResponderEliminarLas mujeres no luchan en igualdad de condiciones aún,laboralmente tienen Hándicaps que requieren de un mayor sacrifico.Conozco y en mi empresa existen mujeres en cargos directivos importantes, que no han renunciado a su vida familiar,cada estructura familiar sabe como organizarse para que la mujer directiva pueda desarrollarse, pero si duda aún es más díficil para ellas.
Tienes razón, la película tiene más de 20 años pero las mujeres aún siguen teniendo dificultades en el trabajo, situaciones de discriminación, a veces sueldos inferiores al varón, y se dan pocas facilidades para compaginar la vida laboral y familiar. ¿Cuáles creéis que podrían ser las medidas más adecuadas para permitir a los trabajadores la conciliación de la vida laboral y familiar y para evitar situaciones de desigualdad?
ResponderEliminarLamentado lo mucho lo que sucede en la película actualmente sigue sucediendo aunque en menor medida. A las mujeres realmente no se nos permite ser mujeres y poder tener todo aquello que deseamos fuera de un entorno. Incluso si una mujer decide no ser madre, y lo proclama es considerada como un bicho raro. Las mujeres con éxito son vistas por depende de que hombres como una amenaza a su masculinidad, todavía nos cuesta ver una mujer madura, de éxito con un hombre más joven o con una trayectoria no tan prometedora como la de ella. Yo considero que todo esto debe cambiar y para ello lo que se debería de hacer es un estado de colaboración no un estado de competición que es lo que se ha estado haciendo durante estos años.
ResponderEliminarLa protagonista, la tigresa es considerada como implacable en su trabajo y la comparan con un hombre por su manera de actuar, pero¿por qué tratarla como un hombre y no tratarla como un igual?. Yo para mi el final de la película es un final prometedor en el cual si quieres puedes conseguir todo aquello que te propones e incluso más de lo que esperas.Tal y como consiguió la protagonista eso sí dejando varias cosas por el camino, en este caso resulto ser lo mejor para ella, pero otras ocasiones esto no sucede así y eso provoca a la larga una frustración por querer depende que cosas y no poder tenerla.
Considero que también ellos pueden hacerse cargo de un bebe o cualquier tarea del hogar, no es una cosa exclusiva de mujeres nosotras no nacemos ya sabiendo todo sino que vamos aprendiendo a medida que se necesita pues con los hombres sucede lo mismo. No es una cuestión de sexo sino de querer hacer las cosas, unas veces saldrán mejor y otras no tan bien.
Pero quiero lanzar un aire de esperanza por que poco a poco esto va cambiando y las mujeres podemos tener todo aquello que deseamos.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, esto se va animando.
ResponderEliminarYo estoy muy conforme en general con todo lo que habéis comentado simplemente apuntaría algunas ideas:
Se está avanzando mucho en Igualdad pero tiene que ser un proceso madurado y de conseso entre todas las personas.
La igualdad no se puede imponer.
Iguales pero diferentes al mismo tiempo.
Me parece vital y muy importante la educación: la de la escuela y fundamentalmente la de los padres.
No me gusta la igualdad de cuotas (aunque en un futuro cercano probablemente beneficie a los hombres, ja, ja ja.
Por cierto el último proyecto de Ley de Igualdad de Trato da miedo. Echarle un ojo que lo tengo publicado.
Una vez más muchas gracias y esta semana otra peli!!!!
Evidentemente hombres y mujeres somos diferentes, pero al hablar de igualdad nos tendríamos que referir a igualdad de oportunidades. Yo tampoco estoy a favor de las cuotas ¿Es que piensan que una mujer no puede conseguir las cosas por sí misma? Me parece un poco humillante; yo creo que tendrían que progresar los mejores, independientemente de que sean hombres o mujeres.
ResponderEliminarMiraré lo de igualdad de trato; no lo he leído.
Respecto al comentario de Mersus "La igualdad no se pude imponer" , acaso no debería imponerse la justicia? acaso no debe legislarse para que no haya discriminación, abuso...? La igualdad de oportunidades no es más que la búsqueda de equidad, equilibrio y justicia. Otra cosa es que se necesite un cambio cultural y eso necesite tiempo y esfuerzo por parte de las administraciones públicas, las empresas, y la sociedad en general.
ResponderEliminarSobre otro comentario de Mersus "iguales pero diferentes". Cuando hablamos de igualdad nos referimos a igualdad de oportunidades para el acceso al mercado, permanencia en él y promoción profesional. Nadie habla de ser idénticos, pero sí de ser idénticos en derechos y oportunidades. No estamos hablando de diferencias biológicas...
Por último, respecto al tema de las cuotas...cuando se han establecido ha sido para que en caso de igualdad de titulación, experiencia, competencia, talento...se primara el acceso de una mujer cuando era a un puesto tradicionalmente masculinizado o a un sector donde las mujeres están infrarrepresentadas porque han tenido que batallar con más obstáculos. Nada que ver con lo de no conseguir las cosas por sí mismas...sino que a día de hoy las mujeres siguen siendo las encargadas casi al 100% del cuidado de menores, mayores y del hogar, eso genera que tengan más dificultades para el ascenso profesional. Así que es evidente que las que llegan no sólo llegan por sí mismas, sino con el doble de esfuerzo y la doble responsabilidad. Sólo tenías que consultar las estadísticas del INE sobre quien solicita excedencia para el cuidado de personas dependientes, quién reduce jornda para el cuidado de menores, cuánto tiempo dedican hombres y mujeres al cuidado del hogar...en definitiva, quienes son las que llevan a cabo todas aquellas tareas que permiten la sostenibilidad social. El hombre se va incorporando poco a poco, pero aún falta Corresponsabilidad para que haya igualdad en la empresa, y de ahí las medidas de igualdad, que no privilegian, sino que tratan de impartir un poco de justicia...
Un saludo
www.igualate.org
Muchas gracias por vuestros comentarios. Anónimo no me malinterpretes, simplemente me refería a que hace falta el cambio cultural al que haces referencia. Parace que nos han entrado las prisas y nos quieren meter todo lo relacionado con la igualdad con calzador porque "vende". En Laboralnews creemos en la igualdad, en la igualdad de oportunidades, pero no creemos en la sobrelesgilación ni en las cuotas. Hay cuestiones muy interesantes e importantes en la Ley de Igualdad del 2007 y es importante legislar, pero,con normas adecuadas y que sirvan efectivamente para cumplir unos objetivos. Por ejemplo, la reforma del ET en cuanto a los Planes de Igualdad me parece no acertada y, en muchas empresas está provocando más rechazo que aceptación porque se puede estar interfiriendo en la libertad de empresa.
ResponderEliminarEl otro día estaba negociando un plan de Igualdad y un miembro de la Mesa decía que no debíamos refererirnos a los trabajadores de la empresa si no hablar de plantilla. Creo que cosas así no nos hacen más iguales, nos hacen perder el verdadero objetivo de la igualdad.
Ninguna empresa con criterios igualitarios entiende que sea una intromisión en su libertad, y en cualquier caso, si es una intromisión para corregir lo injusto, discriminatorio...es una intromisión justificada. Acaso cualquier legislación no pretende impartir justicia y para ello se entromete...
ResponderEliminarY por qué un lenguaje inclusivo nos hace perder el objetivo? ¿quién lo pierde?
www.igualate.org
La igualdad está recogida en la Constitución, y cualquier situación en que no se cumpla puede denunciarse ¿Hacen falta más normas? Yo creo que está clarísimo.
ResponderEliminarSoy mujer y no quiero que nadie me discrimine ni negativa ni positivamente. No quiero conseguir un cargo por el hecho de ser mujer sino por mi valía. Las cuotas, sinceramente, me parecen humillantes.
Se nos olvida hablar de un aspecto muy importante y del que nadie dice nada. Yo lo denominaría: el negocio de la igualdad. "la igualdad", está de moda, se subvencionan proyectos, se da dinero a espuertas, se organizan cursos, postgrados, seminarios, se organizan redes de inspectores...No os podéis imaginar el dinero que se mueve. ¿Por qué nadie dice nada de esto?
ResponderEliminarEfectivamente Sonia, las listas de la clase se están montando un negocio impresionante y, seguro que con algún listo también.
ResponderEliminarA mí lo del lenguaje inclusivo me parece de analfabetos y perdonad la expresión. El lenguaje hay que usarlo correctamente y como marca la Real Academia de la Lengua Española. ¿Por qué decir plantillla es más inclusivo que referirse a los trabajadores de una empresa? Al decir los trabajadores se incluye a todos, hombres y mujeres quien no sienta incluido será porque es otra cosa y si no que me lo cuente.
ResponderEliminarLo de usar @ l@s trabajador@s me parece una errata y ya lo de tener que decir los/las trabajadores/trabajadoras separa más que une.
Por favor, centremos el tema y no perdamos de vista los objetivos reales y verdaderos como apuntaba Laboralnews.
Anónimo, totalmente de acuerdo y me has quitado las palabras de la boca. El lenguaje ha de unir, facilitar,permitir una comunicación fácil y fluida: lo de todos y todas, los/las trabajadores y trabajadoras, es una pérdida de tiempo (hay que teclear más), además de una incorrección. Y la @ no digamos...
ResponderEliminarHace poco tuve que leer una tesis bastante tocho, y toda ella escrita con ese lenguaje que dificultaba muchísimo la lectura. Yo soy práctica, quiero igualdad de verdad y no una igualdad de pacotilla. Pero con esto de la igualdad (falsa-igualdad), que está de moda, algunos se han hecho de oro.